Pruebas de viabilidad cardiaca no mejoran tratamiento

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 06 Jul 2011
Las pruebas médicas usadas para determinar la extensión del daño al corazón de los pacientes podrían no ser una herramienta efectiva para identificar el tratamiento que suministrará la mayor probabilidad de supervivencia, dice un nuevo estudio.

Investigadores en el Centro Médico de la Universidad del Estado de Ohio (OSUMC, Columbus, EUA), la Universidad de Leipzig (Alemania) y otras instituciones, siguieron a 1.212 pacientes que participaron en el sub-estudio del ensayo de Tratamiento Quirúrgico de la Insuficiencia Cardiaca Isquémica (Stich). De ellos, a 601 participantes en 99 sitios de estudio en 22 países se les hicieron evaluaciones para la viabilidad miocárdica. De estos, 298 fueron aleatorizados para la terapia médica, incluyendo el injerto de derivación arterial coronaria (CABG) y 303 fueron seleccionados para solo tratamiento médico. Los resultados mostraron que un total de 178 (37%) de los 487 pacientes con miocardio viable y 58 (51%) de los 114 pacientes sin miocardio viable, murieron; sin embargo, la asociación con la mortalidad no fue significativa después de ajustar para otros factores de riesgo iniciales. El estudio fue publicado en la edición del 28 de abril 2011, de la revista New England Journal of Medicine (NEJM).

“Los datos sugieren que en presencia de enfermedad arterial coronaria, los estudios de viabilidad miocárdica no orientan a los médicos sobre la necesidad de una derivación de la arteria coronaria”, dijo el autor del estudio, Felipe Binkley, MD, un cardiólogo en OSUMC. “La presencia de enfermedad coronaria significativa, en lugar de evidencia de que el músculo cardiaco mejorará con la cirugía de bypass, debe ser el factor determinante para el tratamiento”.

“El estudio nos dice que la evaluación no invasiva de la viabilidad miocárdica puede guiar el manejo del paciente. Existen múltiples técnicas de imaginología para evaluar el miocardio viable y no viable mediante la evaluación de la perfusión, la integridad de la membrana celular, las mitocondrias, el metabolismo de la glucosa, el tejido cicatrizal, y la reserva contráctil”, agregó el Dr. Brinkley.

Las pruebas para viabilidad miocárdica tratan de identificar las áreas del músculo cardíaco que están “vivas”, pero tienen una reducción del flujo sanguíneo. Las pruebas utilizadas en el estudio fueron la tomografía por emisión de fotón único y la ecocardiografía con dobutamina. El estudio no incluyó nuevas metodologías, como la resonancia magnética (RM), que puede ser más exacta para la selección de la viabilidad miocárdica.

Enlaces relacionados:

Ohio State University Medical Center
University of Leipzig

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